¿Qué son los residuos electrónicos y cómo evitarlos?
Los residuos electrónicos, o e-waste, son cualquier tipo de equipo electrónico que strong>ya no es útil debido a sustitución por un modelo más reciente, falta de uso o desperfecto.
Los RAEE (residuos de aparatos Eeléctricos y Eelectrónicos) comprenden una amplia gama de equipos y se dividen en categorías:
1 - Equipos de regulación de temperatura (por ejemplo, refrigeradores, congeladores, aires acondicionados)
2 - Pantallas, monitores y equipos con pantallas de superficie superior a 100 cm2 (p. ej. televisores, portátiles, monitores)
3 - Lámparas
4 - Equipos grandes - mayores de 50 cm (por ejemplo, lavadoras y lavavajillas, estufas, equipos musicales)
5 - Equipos pequeños: menos de 50 cm (por ejemplo, aspiradoras, microondas, tostadoras, relojes, calculadoras)
6 - Pequeños equipos informáticos y de telecomunicaciones - sin dimensiones externas superiores a 50 cm (por ejemplo, teléfonos móviles, GPS)
En 2018 se produjeron en el planeta 48,5 millones de toneladas de residuos electrónicos. En 2019 la cifra ascendió a 53 millones de toneladas. De este valor astronómico, sólo el 17% se recicló correctamente. Un estudio realizado por la ONU estima que en 2050 produciremos alrededor de 120 millones de toneladas de RAEE.
El interior de la mayoría de los equipos electrónicos está formado por varios tipos de metales como oro, plata, paladio, cobre y aluminio. El reciclado incorrecto de RAEE provoca que estos metales no sean recuperados ni reutilizados, acabando en vertederos o incinerados. El gran problema de este proceso es la liberación de sustancias tóxicas a la atmósfera, el suelo y los océanos. Estos materiales acaban contaminando los ecosistemas, incluidos animales o plantas que luego el ser humano puede ingerir, afectando nuestra salud. Las generaciones futuras sentirán los efectos de esta mala gestión de residuos.
Estados Unidos, China y Europa, los mayores productores de RAEE a nivel mundial, exportan sus residuos electrónicos , a veces ilegalmente, a países subdesarrollados de Asia o África. En estos países del tercer mundo, mucha gente se gana la vida buscando piezas que puedan venderse en medio de los vertederos de RAEE. Allí, el aire es tóxico debido a la quema de basura al aire libre. Cualquiera que manipule todos esos metales a diario sin protección acaba enfermando muy pronto debido a la exposición constante a sustancias venenosas.
¿Qué podemos hacer para evitar producir tantos residuos electrónicos?
1 - No compres equipos electrónicos que no necesitamos
Según un estudio realizado por Marketwatch, de media, los usuarios compran un móvil nuevo al cabo de 15 meses. Ya sea por el deseo de tener el último modelo, o por desperfectos cuya reparación cuesta casi el precio de un equipo nuevo. La forma más eficaz de contribuir a un planeta con menos residuos electrónicos es extender la vida útil de los productos electrónicos cuidándolos bien. De esta forma evitarás comprar uno nuevo con tanta frecuencia.
2 - Comprar productos reacondicionados
En caso de que necesites comprar un equipo electrónico, puedes optar por uno Reacondicionado. Son productos que han sido desechados por el último usuario, han pasado por un mantenimiento riguroso y sustitución de algunas piezas y han vuelto al mercado con un precio mucho más accesible y con garantía de 1 año. Este tipo de recuperación da una nueva vida a los equipos tecnológicos y contribuye al modelo de la economía circular. El mercado de los reacondicionados ha evitado el desperdicio de miles de toneladas de RAEE y ha generado cada vez más empleos.
3 - Recicla correctamente
Si su equipo electrónico no se puede “salvar”, asegúrese de NO tirarlo a la basura general. en el sitio web http://www.ondereciclar.pt/ ¡Puedes consultar los lugares de recogida de residuos electrónicos más cercanos a ti y asegurarte de que tus equipos dañados serán reciclados correctamente!
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